Adaptarse y subsistir
Trabajar en pandemia
Agarrar la bicicleta, la moto o el auto para salir a repartir pedidos. Ir a una plaza con conos y sogas para dar clases. Pararse en un semáforo para vender huevos, alfajores o limones. Empezar a cocinar para vender en las redes sociales. Negocios que se adaptaron a un nuevo rubro. Luego de 9 meses de cuarentena, la búsqueda de oportunidades y la capacidad de reinventarse reina entre las personas, que buscan salir adelante como sea.
Contrario al pensamiento popular respecto al cierre de negocios, en octubre, General Roca registró el número más alto de comercios habilitados hasta la fecha: 3.875. Entre los rubros más elegidos se encuentran la venta de alimentos, gastronomía y construcción. (Datos extraídos de la secretaría de Producción y Desarrollo Sostenible de General Roca)
El boom de los deliveries
El paisaje de General Roca, como el de todo el país, cambió en estos 270 días de aislamiento obligatorio. Las motos de los diferentes deliveries pasaron a ser moneda corriente en la cuidad. La venta de alimentos a domicilio aumentó y los restaurants siguen trabajando en gran medida a través del servicio a puerta. Los servicios de mensajería se volvieron la principal salida laboral de las personas que se encontraban sin trabajo, con un aumento del 70% en los pedidos de habilitación respecto al año pasado. (Datos del Municipio General Roca)
Mensajeros y cadetes: Arriesgar la vida para vivir
El rubro mensajeria es uno de los más requeridos por las personas durante la pandemia, sin embargo, sufren de un problema que parece no tener fin: La inseguridad. “En agosto me robaron toda la recaudación que había juntado de una pizzería en la que trabajaba. No solo tuve que poner toda la plata, también perdí el laburo.” cuenta Julián, uno de las tantas víctimas de los robos que sufren los deliverys noche tras noche.
“Uno intenta salir adelante como puede. Estás atento al celular esperando que te llamen para ir a dejar un pedido, le pedís a la gente que te espere afuera por la seguridad pero parece que esto no tiene fin. Arriesgamos la vida por llevar un kilo de helado a una familia, esto es una locura, y no recibimos ninguna respuesta de la policía. El mes pasado un compañero fue a entregar un pedido y lo encañonaron, le sacaron hasta la pizza. Así es imposible. No podemos seguir arriesgando la vida por 100 pesos.”
Entre los cambios de rubro, se destacan los boliches bailables Aquelarre, Jagger y Margarita, quienes por la pandemia se transformaron temporalmente en “rotiserías” con entrega a domicilio.
Rebusque saludable
La venta de ensaladas, frutas y verduras se volvió uno de los emprendimientos más requeridos por las personas. En un contexto donde se acrecentó significativamente la cantidad de gente que realiza deporte al aire libre y que busca tener una vida saludable, esta forma de generar ingresos se volvió una de las opciones más viables, hasta la llegada de los fuertes aumentos.
Abril es una de las tantas jóvenes que en esta pandemia tuvo que salir en busca de trabajo. “Empecé a hacer ensaladas porque de algún lado hay que sacar plata, veía que mucha gente compraba por Facebook verduras y frutas a domicilio y pensé que hacer pequeñas bandejas de ensaladas me iba a dejar algo de ganancia. Al principio servía, pero poco a poco tuvimos que ir recortando, algunos clientes pedían por ejemplo, ensaladas de tomate y les tuvimos que empezar a que decir que no, ya no alcanza, es muy cara, va aumentando todo y tenemos que hacer el esfuerzo para mantener los precios, porque la gente te deja de comprar enseguida. Es increíble que comprar tomates se haya vuelto un lujo. Cada vez la ganancia es menos, porque hay otros factores que por ahí la gente cuando le aumentás una bandeja, no tiene en cuenta, pero están, la nafta también aumentó. Yo no solo vendo por Facebook, me recorro todos los días cada negocio de Roca vendiendo y ofreciendo las ensaladas. Uno siempre trata de mantener los precios, pero cada vez es muy difícil”
En septiembre se produjo en la región un aumento del 21% en los principales productos agropecuarios de la mesa familiar. Los precios se dispararon, el zapatillo tuvo un aumento del 80% mientras que el tomate subió 63.2% y el pimiento rojo, 65%. (Datos aportados por el Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD))
Aire Libre
La cuarentena tuvo un efecto positivo, a pesar de todo, en la vida de las personas, quienes recurren a la alternativa del deporte para encontrar la bocanada de aire fresco que nos quitó el tener que estar encerrados durante los últimos 9 meses.
La vuelta de la actividad física a la cuidad tiene grandes restricciones: Los gimnasios solo pueden trabajar con 10 personas cada hora, y con fuertes controles sanitarios.
Ramiro es profesor de educación física, a raíz de la habilitación de la actividad fuera del hogar, decidió agarrar sogas, conos y buscar clientes. “Al día siguiente de la habilitación empecé a publicar por redes sociales que empezaba a dar clases al aire libre, en una plaza. Me sorprendió la cantidad de gente que me escribió, noté que en esta cuarentena la gente quiere tomar hábitos más saludables, y está muy bien. Lamentablemente solo puedo trabajar con 3 personas por hora. Antes trabajaba en un gimnasio, pero se vuelve una misión imposible sostener un local con tan pocas personas por turno. El dueño decidió no abrir y yo tuve que buscar otra alternativa, no quedo otra.”
Caminar por las calles de General Roca nos muestra dos realidades totalmente distintas. Recorrer el centro lleva a ver en cada cuadra un negocio que cerro o que se vio obligado a cambiar de rubro para subsistir. Pero al adentrarnos a los diferentes barrios el panorama cambia. Largas colas se arman en los mercaditos y almacenes. Debido a las restricciones de circulación, y al mayor riesgo que implica visitar los Supermercados, la gente elige más que nunca a los negocios de su zona.
Unas 4 personas esperan, con barbijo y respetando el distanciamiento, entrar a realizar las compras diarias. Juan es dueño de uno de los tantos “mercaditos de barrio” de la cuidad, quien cuenta como las ventas lograron subir un poco pese a los limites horarios que se imponen por la cuarentena y a las dificultades en el bolsillo de la sociedad.
¿Como un mercado de barrio, viste una suba en las ventas?
Si, al principio se pudo ver un aumento de las ventas que se mantiene. Sobre todo, a principio de mes. También es cierto que la gente ya no compra tanto como antes, ahora lleva lo justo y necesario. La plata en el bolsillo no le sobra a nadie y se entiende. La gente siempre pago más en efectivo, pero en toda la cuarentena a partir del 15 es muy notorio el pago con débito. Sobre todo, la venta de carne y las grandes compras. Pero la gente compra lo justo y sigue pagando en efectivo en su mayoría.
¿Qué es lo que la gente más consume ahora?
Lo que más se consume sigue siendo lo mismo, depende mucho también de la época del mes y del año. Notamos que se aumentó un montón en la venta de elementos de repostería, creemos que es porque la gente ahora cocina más y también para vender cosas dulces. Todos los elementos de cocina a principio y hasta hace dos meses atrás aumentaron. La gente estaba en la casa y cocinaba.
¿Como se hace para mantener los precios en un momento que todo viene con aumento?
y… para mantener los precios mucho no se puede hacer. Nosotros buscamos proveedores que tengan productos más baratos. Generalmente todo sube, las verduras, la fruta varia demasiado el precio. También es la época del año. Pero uno siempre busca las diferentes alternativas para llevarle a la gente un producto económico. También la gente tiene que entender que no podemos hacer magia e ignorar toda la situación que está pasando.
¿Como es el manejo respecto a los horarios de cierre y apertura? ¿El municipio comunica las decisiones que toma?
Los horarios son difíciles de controlar porque a uno le quita horas donde la gente nos puede comprar. Ya no hay controles, pero uno siempre trata de respetar. El municipio comunica y a la vez no. Saca las resoluciones, pero no le avisa a nadie . Nos enteramos más por familiares y clientes del negocio que por la misma municipalidad. Ellos lo avisan por la página, pero los comerciantes estamos a la deriva muchas veces de no saber que hacer.
Agarrar la moto para repartir pedidos. Ir a una plaza a dar clases. Pararse en un semáforo a vender. Cocinar para publicar en las redes sociales. Comprar en el negocio del barrio. Optar por el emprendimiento de un amigo, un familiar o un conocido. Luego de 9 meses de cuarentena, las personas demuestran día a día que es posible salir adelante, por más difícil que sea, y como sea.